Este cuadro clínico se caracteriza por dolor en la región lateral del pie y tobillo. Habitualmente existe el antecedente de una o varias torceduras (esguinces) del tobillo. El exceso de pronación en la pisada también es un factor que predispone a padecerlo.
El dolor se localiza a punta de dedo en el seno del tarso, que se encuentra en la zona lateral del retropié, entre el astrágalo por encima y el calcáneo por debajo. Los movimientos de inversión y eversión son dolorosos.
No existen pruebas diagnósticas que confirmen esta lesión. Las imágenes de radiografías y resonancia magnética pueden ser normales. También puede ser negativa la gammagrafía ósea.
El diagnóstico es clínico, pero una infiltración con anestésico local en la zona del seno del tarso puede confirmar el origen del dolor si es efectiva en la reducción del dolor.
El tratamiento de entrada consiste en reposo relativo, evitando caminar y estar mucho tiempo de pie. Se puede nadar y montar en bicicleta. La fisioterapia antiinflamatoria puede ser útil también.
Si no hay mejoría con lo anterior, recomendamos infiltrar el seno del tarso con anestésico local y corticoide. Solamente en casos rebeldes se realiza una cirugía sencilla que consiste en limpiar el seno del tarso del tejido inflamatorio que lo ocupa.
Fuente: doctorlopezcapape.com