La fascia plantar es una estructura fibrosa y plana que da soporte al arco del pie. Ayuda a transmitir la energía en cada paso al caminar o correr. La zona de más tensión se sitúa en su inserción en el calcáneo, a nivel del talón. A este nivel puede inflamarse y sufrir pequeñas roturas que originan el cuadro médico denominado como Fascitis Plantar.
Es una lesión común. En deportistas por el sobreuso que recibe, especialmente en corredores. En pacientes sedentarios puede deberse a exceso de peso, alteraciones del apoyo del pie, debilidad muscular del pie u otras causas.
Además de la fascitis plantar existen otras causas de dolor en el talón (talalgia) como la inflamación de la almohadilla grasa del talón, la fractura de estrés del calcáneo o el atrapamiento del nervio calcáneo medial o del nervio calcáneo inferior en la zona. También deben descartarse enfermedades reumáticas cuando no se explica la causa del dolor.
El diagnóstico se basa en la historia que refiere el paciente, siendo muy típico el dolor de los primeros pasos al levantarse de la cama, y en la exploración física, donde existe dolor a punta de dedo en el origen de la fascia en la parte interna y plantar del talón.
Conviene realizar radiografías laterales del pie para ver si existe la formación de una calcificación en la zona que recibe el nombre de Espolón Calcáneo. Esta formación ósea no es una causa sino una consecuencia del proceso y que exista no implica mayor ni menor gravedad.
Además a veces puede completarse el estudio de la fascia plantar con imágenes de ecografía o resonancia magnética. Estas pruebas son obligatorias en caso de dolor brusco o de gran inflamación o impotencia funcional, para descartar una rotura aguda de la fascia.
El tratamiento de la fascitis plantar consiste inicialmente en dar más reposo al pie, disminuir el tiempo de carrera y caminar menos. Si hay inflamación puede ponerse frio local. La fisioterapia siempre es una ayuda, debe basarse en la terapia manual y complementarse con algunas técnicas de electroterapia. En algunos casos recomendamos el uso de taloneras o de plantillas a medida para descarga de la fascia plantar.
La mejoría suele ser lenta y si no se toma en serio, el proceso se hace crónico. Cuando esto ocurre podemos plantear otras alternativas terapeúticas. Las infiltraciones con un corticoide son una opción cuando existe mucho dolor, pero no deben repetirse si no tienen efecto y nunca más de tres veces.
El tratamiento con Ondas de Choque Extracorpóreas no es invasivo y es una buena opción si no mejora el paciente tras unos meses.
Las inyecciones con Plasma Rico en Plaquetas pueden favorecer la regeneración de la zona, aunque no han demostrado científicamente su utilidad.
Una opción novedosa y sencilla consiste en tratar con Radiofrecuencia el nervio calcáneo medial e inferior. Se realiza a través de una cánula del diámetro de una aguja gorda y es simple y exento de riesgos, con resultados prometedores.
Si los tratamientos previos fracasan podemos plantear algunas opciones quirúrgicas que puedan curar al paciente:
En casos sin afectación de las ramas nerviosas ni un espolón calcáneo grande, podemos hacer un tratamiento percutáneo que consiste en perforar la zona degenerada o cicatricial con un terminal de radiofrecuencia (coblation) llamado Topaz, favoreciendo un postoperatorio sencillo, sin puntos y una pronta vuelta a la actividad.
La cirugía consiste en soltar parcialmente la fascia en la zona de su inserción, donde está la zona dañada. Puede hacerse de forma percutánea, a través de un punto, siendo de esta forma posible también resecar el espolón calcáneo. También puede introducirse una pequeña óptica para hacer la liberación o fasciotomia de forma endoscópica.
En casos rebeldes o de fracaso de todo lo expuesto anteriormente se debe realizar una exposición abierta de la zona y hacer fasciotomia parcial o total además de liberación de las ramas nerviosas que pueden verse afectadas por el proceso crónico.
La recuperación en ningún caso es inmediata, sino que es habitual que la recuperación de la vida normal se haga de forma progresiva.
Fuente: doctorlopezcapape.com